Mayo y junio son para los estudiantes el último empujón del curso y, si las cosas no se tuercen, la cita con los últimos exámenes del año, incluida la Selectividad.
Es también el momento de entregar los trabajos finales de cada asignatura. Lo ideal, por supuesto, es haberlos preparado de antemano, pero la realidad es que un buen número de alumnos lo deja para los últimos días y acaba haciendo "copy paste" a última hora. La tecnología, que primero inclinó la balanza a favor de los estudiantes perezosos, se pone ahora del lado de los profesores. Aplicaciones como CopioNIC, desarrollada por un grupo de ingenieros de Cornellá, comparan los trabajos universitarios con el material publicado en internet y detectan posibles plagios.
¿Qué opinan los educadores?Comas admite que las aplicaciones anticopia "son herramientas interesantes" y pueden ser efectivas, pero advierte del riesgo de que "el profesor acabe convirtiéndose en un detective", más preocupado de buscar plagios que de formar a sus alumnos. Además, asegura que "el efecto se evapora al cabo de cierto tiempo y da lugar a nuevas formas de copiar".
Mayo y junio son para los estudiantes el último empujón del curso y, si las cosas no se tuercen, la cita con los últimos exámenes del año, incluida la Selectividad.
Es también el momento de entregar los trabajos finales de cada asignatura. Lo ideal, por supuesto, es haberlos preparado de antemano, pero la realidad es que un buen número de alumnos lo deja para los últimos días y acaba haciendo "copy paste" a última hora. La tecnología, que primero inclinó la balanza a favor de los estudiantes perezosos, se pone ahora del lado de los profesores. Aplicaciones como CopioNIC, desarrollada por un grupo de ingenieros de Cornellá, comparan los trabajos universitarios con el material publicado en internet y detectan posibles plagios.
¿Qué opinan los educadores?
Comas admite que las aplicaciones anticopia "son herramientas interesantes" y pueden ser efectivas, pero advierte del riesgo de que "el profesor acabe convirtiéndose en un detective", más preocupado de buscar plagios que de formar a sus alumnos. Además, asegura que "el efecto se evapora al cabo de cierto tiempo y da lugar a nuevas formas de copiar".
Hace unos días escuche esta noticia en la televisión. La verdad es que me resulto curiosa y por eso decidí incluirla en el blog.
A los estudiantes se nos va a acabar hasta el copiar.
En mi opinión, pienso, que todos en algún momento de nuestra vida hemos copiado a la hora de realizar un trabajo o en un examen, pero yo desde luego no creo que alguien copie trabajos enteros de otros autores.
De todas formas esta bien que el profesor no sea tonto y deje que todos sus alumnos entreguen trabajos que no han realizado pero al igual que en el artículo se dice, el profesor va a parecer más un detective que un profesor y creo que esa no es su función.
A partir de ahora quien quiera copiar va tener que hacerlo con otro sistema porque desde luego si el programa funciona...
Maitane Blanco González
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